Hasta la fecha, pocos estudios se han dedicado a investigar cuánto gluten queda en la boca después de comer, o si ese gluten puede pasar a otra persona a través de la saliva. Ahora, un nuevo ensayo resuelve la duda de muchas personas sobre algo tan simple como si un beso puede transmitir gluten.
Los hallazgos de este estudio se presentaron recientemente durante una conferencia celebrada durante la Semana de las Enfermedades Digestivas (DDW) en California, y aunque aún no han sido revisados por pares, sugieren que besar a alguien que acaba de comer gluten no es un problema por el que la mayoría de los pacientes celíacos deban preocuparse o tomar medidas extremas para evitarlo.
En el experimento participaron diez parejas, en las que una de ellas era celíaca y la otra no. La pareja sin enfermedad autoinmune consumió diez galletas saladas antes de besar a su pareja durante diez segundos.
En una prueba, los participantes esperaron cinco minutos después de comer para besar a su pareja. En otra, bebieron 120 mililitros de agua antes de besar a su pareja. El resultado obtenido es que nadie tuvo síntomas de celiaquía en las 12 horas posteriores al beso; y tan solo una persona presentó gluten en la orina.
En ambas pruebas, la cantidad de gluten medida en la boca de la persona celíaca fue mínima.
Con todo, se necesitan más investigaciones y además, con una muestra de mayor tamaño, que revelen con más seguridad que besar a alguien que acaba de comer gluten no es perjudicial para una persona celíaca.