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Si después de cumplir los tratamientos de rigor, el constipado o la acidez estomacal no mejoran, hay que sospechar de un trastorno que está expandiendo sus fronteras. La enfermedad celíaca es una reacción inadecuada del sistema inmunológico al ingerir productos con gluten, de ahí el alivio casi inmediato que aparece con una alimentación sin trigo, avena, cebada y centeno. Últimamente, se está viendo que esa mejoría alcanza a aquellas personas que llegan a un consultorio en búsqueda de algún tratamiento que las ayude contra la imposibilidad de evacuar sin esfuerzo o la insoportable sensación de quemazón en el pecho típica del reflujo gastroesofágico.

Por eso, y aunque la enfermedad celíaca se asocia comúnmente con síntomas como diarrea crónica, vómitos y descenso de peso, un equipo de gastroenterólogos del Hospital Udaondo de Argentina recomienda sospechar de la intolerancia al gluten cuando las terapias para la acidez y el constipado no dan resultado.

Identificamos a una gran cantidad de pacientes con síntomas distintos a los que habitualmente nos harían sospechar de un posible diagnóstico de enfermedad celíaca. Así, alrededor del 2,5 % de los que consultan por dos problemas muy comunes en la población, como son el constipado crónico y el reflujo, son celíacos. Y esto es importante saberlo, ya que nunca se debería pensar que porque una persona tiene constipado o reflujo solamente no puede tener la enfermedad”, ha comentado el doctor Julio Bai, jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital Municipal de Gastroenterología Dr. C. Bonorino Udaondo.

De hecho, se estima que un 10 % de los celíacos (con diagnóstico) sufre de constipado, según revelan los datos preliminares de un estudio que el equipo del Udaondo presentará en Chicago durante el próximo Congreso Americano de Gastroenterología y que es el primero en señalar esa “alta prevalencia” de la intolerancia al gluten en personas que llegan al consultorio para aliviar tanto el constipado funcional como el colon irritable con constipación. “La prevalencia de la constipación en las personas a las que después se les diagnostica la enfermedad celíaca es casi cuatro veces mayor que la estimada para la población general de la Argentina, que es de 0,7%“, afirma el equipo en las conclusiones que presentarán en mayo próximo.

Y son tan sólidos esos resultados, que este grupo argentino recomendará en la reunión de Chicago “la pesquisa de la enfermedad celíaca en pacientes con constipación crónica”.

En cuanto al reflujo, se trata de un trastorno muy común en los celíacos: lo sufre alrededor del 70 %. En tres de cada diez, los síntomas son moderados o graves. Pero también es bastante frecuente en la población general: se estima que, por lo menos, el 40 % de los jóvenes y los adultos padecen dos veces al mes esa sensación tan molesta de ardor, con dolor o sin él, característico de la acidez estomacal. Lo nuevo es que en un 2,5 % se trataría de una señal de alarma que está dando la enfermedad celíaca. “Son precisamente los que no responden a la medicación para el reflujo, que necesitan tomar remedios permanentemente y que, a pesar de eso, siguen con los síntomas”, comentó el doctor Edgardo Smecuol, integrante de la Sección Intestino Delgado del Udaondo y director del III Curso Internacional de Otoño, que realizarán en el país la semana que viene la Asociación Estadounidense de Gastroenterología y la Sociedad Argentina de Gastroenterología.

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