No hay característica más neoyorquina que la de estar en perpetua transformación. En esta línea ha nacido New York Burger, un nuevo restaurante madrileño capaz de adaptarse a las necesidades de su público. Sus propietarios, Óscar y Andrea, conscientes de que nada sería posible sin sus fieles comensales, han realizado un importante cambio decorativo y una notable ampliación de la carta.

Entre las novedades de la carta destacan la Hamburguesa al Plato (sin pan y con cuatro salsas para elegir: pimienta, setas, bourbon o sofrito de cebolla y tomate) y la Madison Square Garden (sofrito de cebolla y tomate, queso Havarti y huevo frito). Además, se mantienen el pan tradicional de semillas de sésamo y el rústico de amapola y se introducen el de focaccia con aceite de oliva y uno sin gluten, para que los celíacos también puedan disfrutar de sus propuestas.

Con esta última iniciativa, New York Burger también pone el acento en la decoración, con una remodelación absoluta. La ciudad de los rascacielos sigue siendo la referencia, pero ahora en su vertiente más industrial y 60s. Las sillas rojas y grises, las lámparas tipo nave y las persianas que cubren los amplios ventanales y recuerdan a Mad Men son ahora sus elementos distintivos. Eso sí, sin perder la calidez que siempre les ha caracterizado, un ambiente acogedor que surge de la luz ‘natural’, los tonos beige y los materiales utilizados, como la tarima, la madera y el ladrillo visto.

La carne, sigue siendo la misma que les ha hecho famosos, de cebón, picada a diario, aliñada con unafórmula secreta y completada con el aroma inconfundible de su horno de carbón. En cuanto al tamaño, continúan disponibles: 160 gr. (7,90 €); 250 gr. (9,90 €), 350 gr. (11,90 €) y 500 gr. (14,90 €).

El restaurante cuenta con un servicio de take away para disfrutar de toda su carta en casa a un precio medio de 18 € y ofrece un menú para niños por 6,50 €.