
La cadena de restauración Cambalache, que ofrece lo mejor de la fusión de la gastronomía italiana y argentina y ya cuenta en nuestro país con once restaurantes que ofrecen un ambiente inspirado en el tango, esta realizando una importante apuesta por extenderse al resto de ciudades españolas, lo que significa una buena noticia para el ámbito de los enfermos celíacos, ya que la cadena se caracteriza por ofrecer una amplia variedad de platos sin gluten en su variada carta.
Cambalache abrió las puertas de su primer restaurante hace 26 años en La Coruña, y desde la apertura de este emblemático local en la plaza de María Pita ha ido abriendo hasta once restaurantes en España, tres negocios propios y ocho franquiciados; ahora se preparan para despegar a lo grande en el sector de la restauración en toda España.
Ese primer restaurante apostó por un activo servicio a domicilio, con una amplia carta muy novedosa que incorporaba platos especiales para celíacos. Fruto de este éxito, pronto se vio obligado a trasladar el pequeño obrador de pasta situado en el centro de la ciudad a una amplia nave industrial en las afueras. Desde entonces, la cadena se convirtió en referencia del sector con una amplia oferta de platos “con personalidad”, entre los que destacan sus pastas y pizzas “resultado de la fusión de la gastronomía italiana y argentina”.
La firma se fue extendiendo por el área metropolitana de La Coruña, así como en los centros urbanos de Lugo y El Ferrol, y en febrero del pasado año, inició su expansión en franquicia con la apertura del primer establecimiento franquiciado en Santiago de Compostela. El diseño de los establecimientos pretende recrear un entorno cálido y acogedor a través de la cuidada iluminación, con manteles de cuadros rojos italianos y con alusiones al tango.
En su carta, además de las pizzas y pastas artesanas, destacan las ensaladas, carnes y una extensa carta de postres de elaboración artesana. Entre sus platos estrella se encuentran especialidades como los macarrones en salsa de almejas, el risoto frío o las empanadillas. Su carta pretende ser el reflejo de la cocina que la emigración italiana fusionó con la cultura gastronómica argentina a comienzos del siglo XX.
Además, destaca el hecho de que cuenta con una gran variedad de platos para celíacos, lo que convierte sus amplios locales en concurridos restaurantes aptos para las familias que cuentan entre sus miembros con alguno de estos enfermos.
Este año, la firma tiene previsto abrir cuatro franquicias más para consolidar su presencia en los núcleos importantes del noroeste peninsular, en lo que ellos mismos definen como “un modelo de negocio de alta rentabilidad y valor seguro”.