Gestionado por un equipo de mujeres —madre e hijas— especialmente formadas en hostelería y restauración y con una amplia trayectoria profesional a sus espaldas, el Centro de Turismo de Rural Casa de Ferreiro, en Herrerías de Valcarce (León) ofrece a sus clientes un espacio sencillo, adaptado y sostenible, con la garantía de una calidad impecable, y con una amplia carta sin gluten, lo que hace de este establecimiento un lugar indicado para los celíacos.
Que la gran mayoría de los menús de su restaurante sean aptos para celíacos y que el edificio sea el resultado de una arquitectura bioclimática cien por cien —dispone de placas solares para nutrirse de energía y recicla el agua de los sanitarios a través de unos depósitos especialmente diseñados para ello— son los principales diferenciadores del resto de alojamientos de turismo rural de la zona. De hecho, su especial arquitectura le hizo finalista, en el año 2011, de un concurso dirigido a edificios bioclimáticos organizado por la Junta de Castilla y León.
Su actividad comenzó hace años sobre los cimientos de una antigua vivienda de herencia familiar que en sus orígenes fue centro del comercio y la manufactura del hierro. Prueba de ello es la fragua que aún hoy se conserva en las instalaciones, totalmente restaurada y expuesta al público.
Casa de Ferreiro fue concebida inicialmente como un restaurante, pero hace ahora cuatro años que amplió su servicio poniendo también a disposición de los clientes un total de ocho habitaciones dobles totalmente equipadas u enfocadas no sólo a quienes deseen conocer el rico entorno natural y gastronómico que lo rodea, sino también a los peregrinos que imprimen sus huellas en el Camino de Santiago.
La comida casera es la base de este restaurante en el que, de entre todos los platos, las patatas bravas y las setas al queso son la especialidad y lo más demandado por quienes disfrutan de su cocina. También el solomillo con salsa de manzana ha acuñado un gran número de seguidores.
Estas tres elaboraciones gastronómicas son, por demanda popular, imprescindibles e irrenunciables en la carta de este restaurante que cuenta con un comedor con capacidad para 25 comensales y que atiende también pequeños eventos o reuniones de empresas y grupos profesionales.
