La dieta en la celiaquía es clave para evitar o corregir deficiencias nutritivas, como la falta de hierro, ácido fólico o vitamina D, que sucede debido a la mala absorción de nutrientes, ocasionada por la atrofia vellositaria. Para evitar esta falta de hierro, es importante comer carne, principalmente de caballo, que es la más rica en este mineral y puede consumirse una vez por semana, alternada con otras carnes blancas y pescados, como los azules de pequeño tamaño: anchoas, boquerones y sardinas y los mariscos: almejas, mejillones, berberechos y gambas.
Según indica el canal de alimentación Nutrición.pro, además, el menú semanal debe de incluir legumbres dos a tres veces por semana, una ración diaria de verduras de hoja verde y un puñado de frutos secos -sésamo, pistachos, pipas y piñones- o frutas desecadas: orejones de albaricoque y dátiles.
Para evitar la falta de vitamina D, se debe de tomar el sol todos los días que sea posible, incluso en invierno, incluir en la dieta setas y champiñones, huevos y pescados azules y en conserva.
Aunque la falta de vitamina B12 es poco común en celíacos, se debe de asegurar el aporte de alimentos de origen animal en la dieta, como carnes, pescados, huevos y quesos semicurados, que garantizan el aporte de vitamina B12.