Un grupo de investigadores acaba de sacar a la luz, de la mano de la marca de nutrición 226ERS, un provechoso estudio que defiende que no es necesario ser celíaco para verse afectado por los efectos adversos derivados de la ingesta de gluten. El estudio surgió de las quejas de muchos atletas sobre el ehcho de que determinados geles o barritas les habían sentado mal en competición.  

El estudio aporta una serie de razones por las que es bueno no consumir gluten, incluso para los no celíacos, motivo por el que esta marca apuesta por no incluir este componente en sus productos.

Entre estas razones recogidas en el estudio, destaca que los alimentos sin gluten suelen asociarse a una alimentación más saludable, ya que produce mejoras de la digestión, aumenta el rendimiento físico, y en algunos casos, produce pérdidas de peso. Además, esta intolerancia, que no alergia, puede conllevar serios problemas como el síndrome de fatiga crónica, úlceras en la boca, anemia, osteoporosis, diarrea, constipados, distensión abdominal, depresión, acné y otros problemas de piel, tales como el asma o la irritabilidad.

Por otra parte, destaca el estudio que se trata de un antinutriente que interfiere en la absorción de nutrientes, lo que le hace estar implicado en el desarrollo de trastornos de la salud; además de que puede provocar déficit de minerales como el calcio, el hierro o el zinc.

Por otra parte. el gluten está asociado a determinadas dolencias, tales como la posibilidad de provocar daños en la barrera del intestino, al estar implicado en patologías del sistema inmunológico. Además, destaca el estudio que el 83 % de la población mundial puede desarrollar una observable inflamación intestinal después del consumo de gluten; mientras que según otros estudios publicados, el consumo de gluten incrementa la sensación de cansancio.